Exhibición en la Biblioteca Julio Cortázar
Guadalajara, Jalisco, Mexico 2014-2018
OTRO CIELO
A cien años de su nacimiento, Cortázar se levanta para venir a despabilar con sus palabras el sueño de los vivos. Cuántos cuentos revelados, cuántos poemas y novelas están entre nosotros. Más allá de toda linealidad temporal, sus contenidos son susurros. Luces y sombras que sólo pueden generar imágenes de fronteras que transitan siempre entre lo real y lo fantástico.
Como dijera alguna vez Gabriel García Márquez, lo vi entrar como una aparición. Era el hombre más alto que se podía imaginar, con una cara de niño perverso dentro de un interminable abrigo negro que más bien parecía la sotana de un viudo, y tenía los ojos muy separados, como los de un novillo … Años después, creí volver a verlo como lo vi aquel día, pues me parece que se recreó a sí mismo en uno de los cuentos mejor acabados – El otro cielo -, el personaje de un latinoamericano sin nombre que asistía de puro curioso a las ejecuciones en la guillotina. Como si lo hubiera hecho frente a un espejo.
Según Carlos Fuentes, para Cortázar la realidad era mítica en este sentido : estaba también en el otro rostro de las cosas, el mínimo más allá de los sentidos, la ubicación invisible sólo porque no supimos alargar la mano a tiempo para tocar la presencia que contiene. Por eso eran tan largos los ojos de Cortázar: miraban la realidad paralela, a la vuelta de la esquina; el vasto universo latente y sus pacientes tesoros, la contigüidad de los seres, la inminencia de formas que esperan ser convocadas por una palabra, un trazo de pincel, una melodía tarareada, un sueño.
El afuera y el adentro. Toda esta realidad en vísperas de manifestarse era la realidad revolucionaria de Cortázar. Sus posturas políticas y su arte poético se configuraban en una convicción, y ésta es que la imaginación, el arte, la forma estética, son revolucionarias, destruyen las convenciones muertas, nos enseñan a mirar, pensar o sentir de nuevo.
Julio Cortázar, Homenaje, 1914-2014.
Humberto Ortega Villaseñor y Alín Martínez Hernández
México, diciembre de 2014
Objetos perdidos
óleo sobre amate
30/20