Exposición en Aruma
Guadalajara, Jalisco, México 2018-2019
Quetzalcóatl
El mito cosmogónico de Quetzalcóatl es fascinante y profundamente místico. Se entreteje con la misión de los artistas precolombinos, porque revela la importancia que alcanzó la Estética en el horizonte civilizatorio de las culturas primigenias de Mesoamérica. Por eso, el camino del llamado artista verdadero es un fenómeno histórico complejo. Un sendero que entraña un proceso arduo, largo y de tintes iniciáticos que implica transitar un amplio trecho hasta convertirse en un ser excepcional con posibilidades de fusionar la sabiduría del maestro, el mundo, la naturaleza y el conocimiento de sí. Lo que representaba tener que atravesar umbrales variopintos antes de transformarse en un artífice genuino. Un ser humano transfigurado de elevado desarrollo espiritual capaz de dialogar con Dios y consigo mismo, una suerte de chamán con poder suficiente para transmutar la palabra o la materia.
Esta muestra es una modesta ofrenda pictórica que busca celebrar esa invaluable herencia que los artistas mexicanos contemporáneos no debemos olvidar, reconociendo que Quetzalcóatl es la serpiente emplumada que trae la luminosidad y los colores presentes en sus plumas a nuestras vidas y que, como Venus, jamás toca el suelo en su vuelo diario como estrella de la mañana y lucero del crepúsculo.
En su desplazamiento orbital, Venus goza de la doble condición que esta exhibición aspira a rememorar en el corazón de los espectadores como co-creadores, la que alude al humano, en su tentativa por superar sus propias limitaciones y la que tiene que ver con lo sagrado, lo divino, al igual que el astro lo hace periódicamente al fundirse en la luz, en el Sol.