A manera de Preámbulo,
una breve aproximación a las obras de arte de H. Ortega-Villaseñor
Humberto Ortega Villaseñor ha dedicado su vida a tratar de comprender y descifrar su propio enigma como ser humano, como individuo nacido en un lugar específico de este planeta y como ciudadano mundial de su tiempo. Durante años ha explorado las estructuras paleo-espirituales de América precolombina a través de sus obras de arte. Todo su esfuerzo estético se basa en valorar el pasado. Un pasado que ha requerido el estudio permanente, la reflexión y la recreación de símbolos centrales registrados en monumentos, códices, calendarios, textos religiosos y mitológicos de culturas existentes que florecieron en el continente antes de la conquista europea. Referencias que él ve sobreviviendo claramente en las costumbres, prácticas, expresiones artísticas, rituales y puntos de vista de las comunidades indígenas de la región. La particular articulación de Villaseñor se complementa con otras fuentes e influencias -principalmente atribuibles a su formación multidisciplinaria y a los campos de conocimiento afines donde se centra su labor como investigador. Lo que ha nutrido su propuesta estética y ha ampliado la evolución de su lenguaje plástico. A pedido de la Galería Ramscale Art Associates, el artista ha preparado una breve y humilde guía (una especie de Rossetta), principalmente para aquellos espectadores que, al no estar acostumbrados a lidiar con códigos simbólicos, tradiciones de comunidades indígenas u horizontes culturales de raíces precolombinas, pueden encontrar difícil tener una experiencia profunda , directa y total con cada una de sus obras. Los símbolos son “… medios de expresión precisos y cristalizados, que corresponden en esencia a la vida interior (extensiva y cualitativa) en oposición al mundo exterior (extensivo y cuantitativo) “(Diel). “En el símbolo, lo particular representa lo general, no como un sueño, no como una sombra, sino como una revelación viva y momentánea de lo inescrutable” (Goethe). Sin embargo, el pintor rechaza la idea de limitar la propia experiencia e interpretación estética del espectador. “El pensamiento simbólico abre la puerta a la realidad inmediata para nosotros, pero sin debilitarla ni invalidarla. Visto bajo esta luz, el Universo ya no está sellado, nada está aislado dentro de su propia existencia. Todo está vinculado por un sistema de correspondencias y asimilaciones “(Elíade). Es por eso que, al delinear a continuación algunos referentes generales, ha evitado deliberadamente especificar sus propias fuentes de experiencia interna: sitios, tiempos, mitos, deidades, creencias y escuelas filosóficas que le han permitido integrar su expresión simbólica – no obstante reconocer que están basados en contribuciones plausibles aún veladas de las culturas mesoamericanas a la Historia universal. Un último comentario, como sutil principio rector general: la concepción cíclica del tiempo, la relatividad de la vida y la muerte, y la integración total con Dios, el Cosmos y la Naturaleza han sido durante mucho tiempo las fuerzas motrices que han impulsado el autoconocimiento y trascendencia individual y colectiva de los pueblos de esta parte del mundo.
Referentes:
* La superficie de cada pintura guarda semejanza a un espacio sagrado de cinco direcciones en el que los espacios reales, geométricos o inconscientes se pueden desplegar, mezclar o representar.
* Cuatro elementos esenciales (tierra, aire, fuego, agua) se trabajan constantemente en la medida en que forman parte del sistema psico-filosófico precolombino.
* Los fondos son cruciales para experimentar varios niveles de contemplación del espacio-tiempo a través de resonancia cromática. Se evita el recurso artificial perspectivista. El impacto espacial se logra por concentración e intensidad de luz y color, se busca reconectar y vivificar la memoria profunda.
* Los ejes x / y imaginarios dividen la superficie del lienzo o del papel de corteza para incorporar valores matemáticos áureos.
* Los puntos cardinales clave determinan la orientación en planos simétricos y no simétricos. Su ubicación proporciona puntos de entrada o encaje móviles para vincular erotismo, hedonismo, experiencias trascendentes físicas o metadfísicas.
* El significado simbólico, la función y el valor de cada trabajo es orgánico y pretende ser independiente desde el punto de vista estético.
* El significado simbólico, la función y el valor de cada obra es relativo y holístico. Las descripciones deben tomarse como referencias sutiles. Una figura puede referirse a varios indicadores y significados simultáneamente.
* El significado de una composición proviene de la representació, peso, posición, tamaño, color e intensidad de cada uno de sus elementos y sus relaciones sistémicas.